
Un buen estreno no garantiza un éxito de temporada. Siempre es mejor tener un gran dato en la primera emisión que encontrarse con que el producto nace muerto, pero hay que tener cuidado a la hora de lanzar las campanas porque la televisión es una carrera de fondo. Un estreno triunfal puede convertirse en una derrota infame en cuestión de semanas, por obra y gracia de lo que en Mediaset suelen llamar el efecto champán. La mayor parte de los estrenos de series y programas llegan precedidos de una intensa promoción que atrae a los espectadores. El corcho sale disparado pero las burbujas desaparecen pronto. Y el dato que ocupó [...]